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14 de enero, 2025

La amenaza de los arbovirus: protección del suministro de sangre en un panorama mundial en evolución

El ámbito de la medicina transfusional está en constante evolución y se enfrenta a nuevos retos con cada año que pasa. Entre las preocupaciones más acuciantes se encuentran las enfermedades arbovíricas. Los arbovirus, como los del dengue, el del chikunguña, el virus del Usutu, el virus del Nilo Occidental y el virus de Zika, no solo representan un riesgo importante para la salud pública, sino que también podrían poner en peligro la seguridad y la suficiencia del suministro de sangre. Los bancos de sangre se esfuerzan continuamente por mantener los más altos niveles de atención sanitaria, pero deben permanecer atentos y adaptarse al panorama dinámico de las amenazas arbovíricas emergentes y reemergentes. 

Distribución geográfica y transmisión

Los arbovirus muestran distintas distribuciones geográficas, concentradas principalmente en regiones tropicales y subtropicales. Sin embargo, su alcance no conoce fronteras, ya que la globalización y el cambio climático facilitan la diseminación de estos patógenos hacia zonas no afectadas hasta ahora. 

Una característica común de las enfermedades arbovíricas es su potencial para causar infecciones asintomáticas, lo que complica el diagnóstico y el control. El diagnóstico de las infecciones arbovíricas se basa en análisis serológicos y moleculares, que pueden ser complejos y presentar reactividad cruzada. Aunque existen vacunas para ciertos arbovirus, como el dengue, su uso sigue siendo controvertido debido a los posibles riesgos y limitaciones. En ausencia de intervenciones terapéuticas eficaces, la prevención mediante el control de los vectores y las medidas de protección personal pasa a ser primordial. 

Repercusiones sobre la seguridad sanguínea

Los arbovirus emergentes, como el del Usutu y el del chikunguña, se detectan con más frecuencia en los donantes de sangre. Aunque no todas las infecciones detectadas se transmiten a través de las transfusiones, la existencia de transmisiones de arbovirus a través de transfusiones de sangre es de sobra conocida. El virus del Nilo Occidental, en particular, es el que presenta los casos más documentados con consecuencias clínicas graves. 

Los bancos de sangre se enfrentan a un delicado equilibrio entre garantizar la seguridad de la sangre y mantener un suministro adecuado. Ante el riesgo de contaminación por arbovirus, deben contemplar las opciones de aplazamiento del donante o de implantación de medidas de cribado. 

El aplazamiento de aquellos donantes con antecedentes de viajes a zonas endémicas o de posible exposición puede mitigar eficazmente el riesgo de contaminación. Sin embargo, este enfoque puede provocar una pérdida importante de donantes, especialmente de los nuevos, que tienen menos probabilidades de volver después del aplazamiento. 

Superación de los retos

En respuesta al carácter polifacético de la amenaza arbovírica, el desarrollo de análisis múltiples capaces de detectar varios arbovirus simultáneamente ha adquirido fuerza. Al combinar la detección de varios arbovirus en una sola prueba, los análisis múltiples ofrecen un sistema sencillo y rentable de cribado sanguíneo. 

Conclusión

La amenaza que suponen los arbovirus para la seguridad y la suficiencia sanguíneas es un reto polifacético que exige un planteamiento integral y proactivo. Estos microbios patógenos continúan emergiendo y reemergiendo, de modo que los bancos de sangre deben permanecer atentos y adaptar sus estrategias a un panorama siempre cambiante.